Octanasia, Eutanasia y Stones

by @luisclimbing on marzo 2, 2009

No quiero ser un vegetal encamado. Nada de estar conectado a máquinas para que me suministren cócteles prolongándome en esta dimensión. Es más claro y simple. Eutanasia. ¿Pero qué estoy pensando; en México donde el “mochilismo” nos supera? Al menos ya puedo optar por la octanasia. ¿Quién quiere “vivir” en estado de coma por 17 años, porque aun no estamos grandes para decidir sobre nuestra propia vida?

No sé qué resultaría de “bien morir” con una super dosis de heroina como Rémy decide hacer. Rodeado de sus amigos, hijo, exesposa, en una cabañita veraniega en algún lago de Montreal -aunque en ese momento el invierno parece iniciar-. Fueron diez jeringas suministradas por Nathalie -la hija yunkie de Diane, amiga y examante de Rémy-. ¡Ya sé, ya sé! se me van a infartar algunos. Pero no ando haciendo apología a la droga y sí transito hacia la eutanasia como opción real, aunque en México eso es imposible.

“Bien morir” se vale ahora eligiendo  regresar a casa o lugar preferido, entretanto te suministran paliativos que mitigan el dolor (octanasia). ¿Por qué nos aferramos a prolongar la vida aunque no puedan vivirla normalmente, pero sí queremos extenderla conectándolos al oxígeno, alimentándolos, hidratando, etc.? -¡Doctor haga lo necesario para mantenerlo con vida!-.

No sé por qué este tema me vino a la mente cuando el encuadre de la cámara tiene un primer plano de Charlie Watts quien luce cansadísimo después de terminar alguna rola. Hasta tengo la impresión de que se desmayará en cualquier instante. Pero apenas van 2 o 3 y apenas empieza esto. Jagger canta, Keith también lo hace y entonces recuerdo a esa gente que conocemos en las fiestas y bares, quienes parecen estar tan ebrios y cansados que en cualquier momento van para abajo, pero nunca lo hacen. Es más fácil que yo termine ebrio y fundido. A esa cualidad me refiero; están como en al límite pero se mantienen mientras otros rebasamos la línea sin precaución alguna. Al día siguiente no recordamos cómo llegamos ahí.

Casi cincuenta años rockeando y estos tíos lucen igual de sencillos, locos o apasionados de su arte –Scorsese me transmitió eso-. Intento dilucidar cómo demonios duras tanto haciendo lo mismo, y cómo le haces para mantenerte de pie. No soy un fan Rolling Stones. Si ustedes lo son probablemente lo entenderán mejor. Entonces tenemos octanasia en vez de eutanasia como opción viable en México. Cuatro sexagenarios rockeando en Shine a Light que me recuerdan la decisión personal para evitarle a mis seres queridos la tramitología, desgaste y sin sentidos de “bien morir”. Donar mis órganos, utilizar lo utilizable, porque dudo que se pueda -y se atrevan- a dejarme ir como en Les Invasions Barbares, esperaría algo más de sentido común. Sería mejor poder optar por la eutanasia cuando llegue a un callejón sin salida. Cuando llegue ese momento quizás ya maduraron aquellos con fe religiosa en contra de esto. ¡Sí claro!

Les Invasions Barbares (final)
Rolling Stones-Shine a Light

Comments on this entry are closed.

Previous post:

Next post: